El pasado 16 de marzo de 2023, día soleado y algo caluroso con el que despedíamos el invierno, a propuesta de dos profesores celebramos en el Instituto de Enseñanza Secundaria Las Rozas 1 una partida simultánea de ajedrez entre nuestro profesor, Daniel Campos, y dieciséis alumnos y alumnas de todos los cursos del centro, más dos profesores que se animaron a última hora.
Una de las pistas deportivas al aire libre sirvió para desarrollar la partida. Mesas y sillas se dispusieron cerrando un cuadrado para acomodar a los jugadores.
Había bastante expectación. Muchos alumnos rodeaban el espacio de juego con curiosidad e interés. Algunos de ellos manifestaban que, de haber estado más atentos, habrían intentado participar. Las partidas se desarrollaron con mucha fluidez y pronto se pudo sentir la tensión del juego en el aire. Los alumnos demostraron un gran nivel de conocimiento y habilidad, colaborando a veces entre ellos, en pequeños grupos, para encontrar juntos la manera de resolver las situaciones que se iban creando. Éste es un aspecto muy interesante de las simultáneas con jóvenes, son capaces de convertir en grupal, el regocijo y la inteligencia propios de su edad, un juego que es esencialmente individual.
Por fin sólo quedó un estudiante. Un joven con mucho talento que había demostrado una destreza impresionante durante todo el desafío. Después de un intercambio emocionante, Daniel logró una posición que llevo a su oponente a reconocer su victoria haciendo caer su rey, y ambos se estrecharon las manos terminando la partida.
Profesores y estudiantes aplaudieron mientras los contendientes se daban la mano en señal de respeto. Aunque Daniel había ganado todas las partidas, la verdadera victoria fue para el espíritu de la competición, la camaradería y el aprendizaje que había surgido en ese magnífico ambiente.
Esa partida simultánea de ajedrez es seguramente un gran recuerdo para todos los involucrados, jugadores y organizadores. Los estudiantes se sintieron animados a mejorar sus habilidades y continuar desarrollándose en el mundo del ajedrez. El profesor, Daniel, demostró que, más allá de la victoria en el tablero, lo más importante era el respeto, la humildad y el amor por el ajedrez. Queremos agradecer a la dirección y los profesores del centro su disposición y actitud para que todo saliera muy bien.